Los hemisferios cerebrales
El cerebro
consta de dos partes o hemisferios, el derecho y el izquierdo, unidos por el
cuerpo calloso, que es el que permite que ambos hemisferios se comuniquen entre
sí transmitiendo mensajes de ida y vuelta entre uno y otro.
Ambos
hemisferios intervienen en funciones cognitivas elevadas, aunque cada uno de
ellos está especializado, de modo que se complementan en diferentes formas de
pensamiento. Cada uno percibe la realidad a su manera, pero ninguno es más
importante que el otro, sino que complementan entre sí. Para poder realizar una
tarea necesitamos ambos hemisferios, pretendiéndose el equilibrio.
En los
cerebros de animales, ambos hemisferios son iguales o simétricos en sus
funciones. Mientras que en el cerebro humano presentan una asimetría funcional,
que por ejemplo puede representarse en el predominio de una mano sobre otra.
Por otro
lado, el sistema nervioso humano está conectado al cerebro mediante una conexión
cruzada, de manera que el hemisferio derecho controla el lado izquierdo del
cuerpo, y el hemisferio izquierdo controla el lado derecho.
Lateralidad
Podemos definir la lateralidad como la consecuencia de la
distribución de funciones que se establece entre los dos hemisferios
cerebrales. De dicha distribución depende la utilización preferente de un lado
o el otro del cuerpo (derecho o izquierdo) para ejecutar determinadas
respuestas o acciones.
La lateralidad es una función compleja que se deriva de la organización binaria de nuestro Sistema Nervioso.
La lateralidad es una función compleja que se deriva de la organización binaria de nuestro Sistema Nervioso.
Cuando las personas usan ambos ojos, orejas,
manos o pies, el cuerpo calloso organiza este proceso entre los dos hemisferios
con el fin de desarrollar aún más su capacidad cognitiva e intelectual. Por el
contrario, cuando la comunicación a través del cuerpo calloso no existe las
personas mostrarán problemas de sincronización motora y para mantener sus
funciones cognitivas, intelectuales y emocionales.
El
niño, desde que nace, está desarrollando su organización corporal. Según las
investigaciones neurológicas, el niño tiene que pasar por la etapa de «gateo»
antes de poder ponerse de pie y caminar. Si por el contrario, se interfiere en
el desarrollo natural del niño y se le obliga a levantarse del suelo antes de
tiempo, se va a causar una desorganización neurológica, que puede dar como
resultado la dislexia, A los cinco u ocho años de edad, los
mecanismos de cruce cerebral están establecidos y generalmente la dominancia
cerebral se determina. Ser zurdo o diestro es la evidencia más común para saber
la dominancia de un hemisferio en la organización corporal. Algunos padres
tratan que un hijo zurdo no coma o escriba con la mano izquierda. Esta
imposición puede provocar este tipo de desorganización neurológica.
Para
conseguir una armonía psicobiológica plena se requiere de equilibrio y
sincronización entre los dos hemisferios cerebrales y de una energía vital
alta. Es posible alcanzar esta meta practicando algún tipo de actividad
creativa como escuchar algún tipo de música (la música barroca sincroniza los
hemisferios cerebrales), leer poesía, pintar, bailar, prácticas de ejercicios
de coordinación como son el tai chi observar la naturaleza, etc.
Cuando
ambos hemisferios están sincronizados, se produce una corriente de energía que
impregna todas nuestras actividades de la vida cotidiana y en nuestro
pensamiento no se produce un predominio total de la lógica sobre la intuición y
la percepción global de las cosas.
Cuando
las personas se encuentran bajo situaciones de estrés se produce un
desequilibrio entre los dos hemisferios cerebrales que les impide llegar a una
solución beneficiosa y creativa del problema.
Integración cerebral y problemas de aprendizaje
El aprendizaje,
el pensamiento, la creatividad y la inteligencia no se procesan solo en el
cerebro, sino en todo el cuerpo. El cuerpo juega un papel integrador en todos
los procesos intelectuales desde la infancia hasta la edad adulta. Los
coeficientes intelectuales dependen del cerebro y del cuerpo más de lo que
podemos imaginar. El movimiento físico durante la infancia y a lo largo de toda
nuestra vida juega un importante papel en la creación de cadenas de células
nerviosas, las cuales se consideran actualmente como la esencia del
aprendizaje.
¿Qué es
la gimnasia cerebral?
La “gimnasia cerebral” es una técnica que propone generar nuevas
conexiones neuronales para lograr el equilibrio y mejorar el aprendizaje.
Denominada “brain gym” o “gimnasia cerebral”, busca detectar y equilibrar las
tensiones que se acumulan a lo largo de la vida en el área de aprendizaje y
también en el desarrollo de la creatividad y el logro de metas.
Se trata de un conjunto de ejercicios
que se pueden practicar en cualquier lugar y momento, una rutina que permite
integrar distintas partes del cerebro para resolver problemas como la
dislexia, la hiperactividad, el déficit de atención y mejorar habilidades como
la concentración, la organización, la lectura o la escritura, entre otras.
Creada por el educador Paul Dennison,
quien en 1969 fundó el concepto de kinesiología educativa en su Centro de
Aprendizaje de California, Estados Unidos, la gimnasia cerebral se propone
hacer de cualquier habilidad una acción refleja y automática. Algo que en algún
momento fue complicado como leer o conducir, pasa a ser fácil y cotidiano.
La clave de la gimnasia cerebral es la
integración de los hemisferios cerebrales ya que, generalmente, los bloqueos de
aprendizaje se deben a que la persona esta trabajando con un solo hemisferio y
por eso no se pude procesar la información, el cerebro actúa unilateralmente y
recibe datos pero no los integra, lo que sugiere un mal manejo de la
lateralidad.
Para esto, es necesario hacer una serie
de ejercicios que permiten lograr el equilibrio. Al caminar nos equilibramos
alternando el pie izquierdo con el derecho, lo que supone una conexión de
movimientos opuestos, izquierdo y
derecho, atrás y adelante, superior e inferior, lo que fomenta un estado
integrado en el cerebro. El equilibrio se restablece mediante la realización
del “PACE”, un acrónimo que significa positivo, claro, energético y activo.
Estas son las cuatro cualidades necesarias para el aprendizaje personal con un
cerebro totalmente integrado y los ejercicios correspondientes que contienen
las cualidades de energizar, aclarar, activar y positivizar.
RUTINA PACE (Positiva, Activa,
Clara y Energética)
Son 4 pasos muy
sencillos que los puedes comenzar a realizar para bajar tu nivel de estrés o
ansiedad y nos permite conectarnos con lo prioritario.
los 4 pasos del PACE:
1. Agua: Se comienza tomando
un vaso de agua. Recordemos que “el agua es un buen conductor de electricidad”,
el cerebro se maneja por impulsos bioeléctricos, por lo que se considera que
cuando se ingiere suficiente agua hay una mejor conducción nerviosa.
2. Botones
del Cerebro: El siguiente paso
consiste en masajear “los botones del cerebro”, espacio que está entre la
clavícula y el esternón. Y la otra mano tapa el ombligo. Puntos relacionados con la medicina china para liberar miedos,
llevar más sangre a la carótida y oxigenar el cerebro.
El punto está justo en la pequeña
depresión que está debajo de la clavícula donde se une al esternón (que es
donde termina el meridiano del riñón). Una vez localizados estos puntos (uno de
cada lado del cuerpo), masajea fuertemente o a da golpes con las yemas de
los durante 15-20 segundos. Es
recomendable estar inhalando profundamente (pero sin provocar tensión) por la
nariz y exhalar por la boca ya que la respiración ayuda a mover la energía.
Este punto ayuda a
limpiar las energías en el cuerpo, a que los meridianos fluyan en la dirección
correcta, te da una inyección de energía cuando ya estás muy cansado y ayuda a
la comunicación entre los demás sistemas energéticos. . Esto permite “salir de la confusión” y aclarar las ideas. Al realizar
este masaje se estimula la actividad cerebral
Los “27 R o puntos
del cerebro” facilitan las actividades que requieren una función cerebral que
abarque los dos hemisferios como, por ejemplo, leer y estudiar, adaptándolos
entre si armónicamente. Estos puntos también sirven para obtener una nueva
perspectiva mental cuando uno se ha perdido en demasiados detalles o ha tomado
una posición demasiado unilateral en un asunto.
3. Marcha
Cruzada o Cross Crawl: Consiste en golpear
con la mano derecha la pierna izquierda; si lo prefiere con el codo izquierdo
puede tocar la rodilla derecha. Realizar estos movimientos sirve para la
interconexión hemisférica y para preparar al cerebro para el aprendizaje.
Los movimientos cruzados
forman parte de un programa neurológico centrado en la integración de los dos
hemisferios cerebrales. En estos ejercicios se mueven siempre el brazo y la
pierna contrarios.
Los movimientos cruzados le
ayudarán a reforzar la concentración, la coordinación y la confianza en si
mismo, así como el nivel de energía general.
La gente con depresión, con enfermedades crónicas o degenerativas suelen
tener un patrón homolateral. Las energías suben y bajan sin cruzarse y así se
vive bajo mínimos, la vida no tiene color… a veces no tiene ni sentido y se
quedarían en la cama todo el día si pudieran. A veces el patrón homolateral
también se da en personas que no presentan problemas de salud tan extremos.
Una vez corregida la homolateralidad, ya se puede hacer la marcha cruzada
sin que agote nuestras energías. Es un ejercicio muy sencillo que consiste en
caminar sobre el sitio, levantando la rodilla y tocando con la mano contraria
durante un minuto.
Idealmente las energías del cuerpo deben
cruzar de un lado al otro para que el cuerpo trabaje más eficientemente. Es muy
importante hacer este ejercicio por lo menos 3 veces al día en caso de que las
energías no estén cruzando (esto es muy común cuando las personas están
enfermas y/o están tardando mucho en curar).
Este es uno de los ejercicios más importantes cuando uno no está bien ya
sea emocional o físicamente.
Si la persona está muy débil y no puede
estar parada marchando, este ejercicio se puede hacer sentado o incluso
acostado. Si la persona no puede moverse, se puede hacer en último caso
mentalmente.
Escucha a tu cuerpo y siente si
necesitas repetir más veces el ejercicio o no. Lo más importante para cambiar
este patrón es ser constante y hacer el ejercicio varias veces al día diario.
Los beneficios son acumulativos a través del tiempo.
Antes de hacer cualquier ejercicio
físico se recomienda hacer este ejercicio para asegurarnos que las energías
estén cruzando. Si las energías no están cruzando al terminar de hacer
ejercicio en lugar de sentirnos fuertes y llenos de energía nos sentiremos
fatigados.
4. La Postura Wayne Cook (Anclaje de Cook)
Consiste en cruzar la pierna izquierda sobre la derecha,
extender los brazos y cruzar el derecho sobre el izquierdo, entrelazar las
manos, llevarlas hacia el pecho y respirar suavemente y exhalar.”. Y se
termina, separando las piernas en paralelo y
juntando los dedos con las yemas juntas.
Esta
maniobra se denomina así por el nombre de su descubridor Dr. Wayne Cook
(experto en energía electromagnética). Se utiliza para contrarrestar los
efectos de la contaminación medioambiental y es un completo ejercicio que
equilibra los meridianos y compensa mente y cuerpo manteniendo integrado el
cerebro.
“La
conexión de Cook” une todos los
circuitos energéticos del cuerpo entre sí, restableciendo el flujo de la
energía eléctrica del cuerpo si ésta se halla bloqueada.
Este ejercicio ayuda a mejora el balance, la coordinación y mejora
la respiración,
a enfocarse mejor y a pensar más
claramente. Ha sido utilizado con resultados muy positivos ayudando a personas
con Déficit de Atención (ADD) y Dislexia. Se debería utilizar siempre que no te
sientes “centrado”, si lees un párrafo y te das cuenta que no has entendido
nada y lo tienes que volver a leer o si no te puedes concentrar.
Esta figura representa el ocho
tibetano, la energía que no tiene comienzo ni fin.
LA
RESPIRACIÓN ALTERNADA
Durante el proceso diario y normal de respiración, ésta se realiza alternativamente a través de la fosa izquierda y de la derecha. Una serie de estudios ha puesto de manifiesto este ciclo nasal, por el que cambiamos de lado durante periodos que oscilan entre dos horas y media y cuatro. Cuanto mayor es el sujeto que respira, más largo se hace el período de cambio entre una fosa y otra. En algunas personas parece haber hasta ocho horas de intervalo entre una fosa y otra.
A medida que una fosa se va abriendo progresivamente, sus glándulas mucosas aumentan también sus secreciones. La ventanilla opuesta se va obstruyendo paulatinamente, su tejido eréctil se llena de sangre y libera mucosidades al canal respiratorio. A medida que el ciclo se desarrolla, la fosa nasal que hasta ese momento permanecía expedita, comienza a obstruirse a causa de las mucosas secretadas, mientras su compañera empieza a abrirse al tiempo que su tejido se contrae.
Podemos verificar este cambio de respiración muy fácilmente respirando a través de la nariz frente a un espejo y observando la diferencia de tamaño que existe entre las dos áreas humedecidas. O bien, si se resopla a través de una ventanilla manteniendo la otra cerrada, podéis percibir una diferencia en el tono. El lado obstruido produce el sonido más agudo.
Un cardiólogo americano ha prescrito un tipo de respiración profunda alternada a través de ambas fosas nasales a muchos de sus pacientes aquejados de angina de pecho y ha obtenido notables mejorías en los mismos.
Por otra parte, desde hace largo tiempo los yoguis han afirmado que una respiración apropiada es la clave para el bienestar físico y mental y han destacado, entre ellas, el método de respiración alternada a través de las fosas nasales. Los antiguos textos didácticos de yoga declaran que la respiración alternante de las fosas nasales puede tener una intensa incidencia sobre nuestra conducta. Ellos sostienen que la ventanilla derecha debe ser utilizada al acometer empresas de carácter activo, agresivo y que, por el contrario, el lado izquierdo debe usarse en tareas más bien calmadas y pacíficas. Esto lleva consigo una sorprendente semejanza con las actuales teorías que hablan acerca de las funciones del cerebro dividido en dos hemisferios, izquierdo y derecho. Un estudio hecho por Raymond Mein y Roseanne Armitage, pertenecientes al departamento de psicología de la Universidad de Dalhousie, Mueva Escocia, descubrió que las actividades realizadas por este cerebro dividido se suceden en ciclos periódicos. En un período comprendido entre 90 y 100 minutos, un individuo dado realiza perfectamente proyectos y actividades relacionadas con el hemisferio derecho, y luego efectúa tareas relacionadas con el hemisferio izquierdo.
Esto concuerda con las actuales hipótesis de que la totalidad de nuestro sistema funciona alternando periódicamente ciclos activos y pasivos. En otras palabras, la manera en que respiramos a través de la nariz puede estar directamente relacionada con la forma en que funciona nuestro cerebro. Si modificamos nuestros patrones respiratorios habituales, ¿podemos cambiar también los modos de funcionamiento de nuestro cerebro y modificar a la vez la totalidad de nuestro equilibrio fisiológico y psicológico?
Los científicos del Himalayan Institute, centro dedicado al estudio de técnicas del yoga, están investigando más a fondo esta teoría. Después de una serie de estudios han logrado agrupar y ordenar una serie de factores que afectan el ciclo nasal. El primero de ellos es la postura. Cuando uno descansa sobre uno de los lados del cuerpo, la ventanilla ubicada a nivel inferior se congestiona en tanto que la otra se despeja. Otro factor es la presión: si se presiona un punto bajo la axila (cualquiera de las dos) la ventanilla del lado opuesto se abrirá. El tercer factor y quizá el más importante es la emoción. Muchas personas tienden a contener la respiración cuando se concentran profundamente, cuando están alteradas respiran deprisa sin llegar a inhalar del todo y por el contrario, cuando están en reposo la respiración es suave y profunda.
Respiración Alternada para el Equilibrio Nervioso.
La
técnica de Nadi Shodana consiste en la realización de una respiración lenta y
alternada por cada fosa nasal.
En el Yoga decimos que la fosa nasal derecha es "solar" o activa, en
tanto que la izquierda es "lunar" o pasiva. Y desde el punto de vista
de la neurología es efectivamente así.
La fosa nasal derecha está vinculada al hemisferio cerebral izquierdo que es
lógico y activo.
La fosa nasal izquierda está vinculada al hemisferio cerebral derecho que es
creativo y pasivo.
Cuando se practica este pranayama lo que estamos haciendo es alternar los
estímulos a cada hemisferio, impulsando de esta manera una sincronización de
los mismos que resulta en un mejoramiento equilibrado del sistema nervioso
todo.
Por lo tanto la Respiración Lenta Alternada es ideal para quienes sufren de
problemas nerviosos, estudiantes y toda persona que busque una mayor armonía en
su actividad cerebral.
Cómo Realizarlo:
·
Necesitamos, como de costumbre un lugar amplio y
aireado, de ser posible conviene su realización al aire libre.
·
Una de las posiciones más comunes (aunque no la única)
para realizar Nadi Shodana es ubicar nuestros dedos índice y mayor en el
entrecejo. Luego, usaremos el pulgar para obturar una fosa nasal, y los dedos
anular y meñique para obturar la otra.
·
Las prácticas de Nadi Shodana son múltiples, pero aquí
nos centraremos en la más sencilla de todas, ni siquiera usaremos conteos
mentales para que les resulte más fácil.
·
Para comenzar tapamos una fosa nasal y aspiramos de
manera lenta y profunda por la otra.
·
Obturamos las dos y mantenemos el aire el tiempo que
nos resulte cómodo.
·
Exhalamos por la fosa nasal contraria en forma lenta y
profunda. Por esta misma fosa nasal comenzamos nuevamente el ciclo.
·
Practicamos durante 5 a 15 minutos, de acuerdo a la
profundidad de los efectos que queremos obtener. Una práctica diaria de 15
minutos harán milagros en la salud de nuestro sistema nervioso.
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