EL HOMBRE QUE DORMÍA
Un pueblo de la India se hizo célebre por un suceso insólito: había un hombre que llevaba durmiendo ininterrumpidamente más de un cuarto de siglo. Nadie conocía la razón. La gente que pasaba por el pueblo siempre se detenía a contemplar al durmiente
En las cercanías de la localidad vivía un eremita. Era un hombre huraño, que pasaba el día en profunda contemplación y no quería ser molestado. Pero había adquirido fama de saber leer los pensamientos ajenos. El alcalde del pueblo del durmiente lo convocó haciéndole salir de su retiro con un solo objetivo: que averiguase el motivo de tanto tiempo de sueño.
El ermitaño se acercó al durmiente y lo miro atentamente. Acto seguido se sentó junto a él, se concentró y empezó a conducir su mente hacia las regiones clarividentes de la conciencia. Introdujo su energía mental en el cerebro el durmiente y se conectó con él. Minutos después, el eremita volvía a su estado ordinario de conciencia. Todo el pueblo se había reunido para escucharlo. Con voz pausada , explicó:
--Amigos, he llegado, sí, hasta la concavidad central del cerebro de este hombre que lleva más de un cuarto de siglo durmiendo. También he penetrado en el tabernáculo de su corazón. He buscado la causa. Y, para vuestra satisfacción, debo deciros que la he hallado. Este hombre sueña de continuo que está despierto y, por tanto, no se propone despertar, básicamente porque no sabe que está durmiendo y, cuando lo hace, también es dentro de su sueño.
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Según ciertas filosofías y como parte del nuevo paradigma holístico, se dice que vivimos estados de conciencia, o realidades virtuales y relativas sujeta a nuestros pensamientos, creencias y condicionamientos, que impiden ver la realidad tal como es, y nos hace vivir un sueño ilusorio.¿Estas realmente despierto?
Un pueblo de la India se hizo célebre por un suceso insólito: había un hombre que llevaba durmiendo ininterrumpidamente más de un cuarto de siglo. Nadie conocía la razón. La gente que pasaba por el pueblo siempre se detenía a contemplar al durmiente
En las cercanías de la localidad vivía un eremita. Era un hombre huraño, que pasaba el día en profunda contemplación y no quería ser molestado. Pero había adquirido fama de saber leer los pensamientos ajenos. El alcalde del pueblo del durmiente lo convocó haciéndole salir de su retiro con un solo objetivo: que averiguase el motivo de tanto tiempo de sueño.
El ermitaño se acercó al durmiente y lo miro atentamente. Acto seguido se sentó junto a él, se concentró y empezó a conducir su mente hacia las regiones clarividentes de la conciencia. Introdujo su energía mental en el cerebro el durmiente y se conectó con él. Minutos después, el eremita volvía a su estado ordinario de conciencia. Todo el pueblo se había reunido para escucharlo. Con voz pausada , explicó:
--Amigos, he llegado, sí, hasta la concavidad central del cerebro de este hombre que lleva más de un cuarto de siglo durmiendo. También he penetrado en el tabernáculo de su corazón. He buscado la causa. Y, para vuestra satisfacción, debo deciros que la he hallado. Este hombre sueña de continuo que está despierto y, por tanto, no se propone despertar, básicamente porque no sabe que está durmiendo y, cuando lo hace, también es dentro de su sueño.
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Según ciertas filosofías y como parte del nuevo paradigma holístico, se dice que vivimos estados de conciencia, o realidades virtuales y relativas sujeta a nuestros pensamientos, creencias y condicionamientos, que impiden ver la realidad tal como es, y nos hace vivir un sueño ilusorio.¿Estas realmente despierto?
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